En mercados competitivos como los que caracterizan a los productos de la ganadería (carne vacuna, carne ovina y lana), existen oportunidades para las estrategias de valorización basadas en la diferenciación de productos. En tanto que la calidad es un concepto, hablar de buena o mala calidad supone un juicio de valor que depende de la percepción del cliente. Esto significa que la diferenciación deberá abarcar, no solamente los aspectos físicos del producto, sino también los intangibles. El mayor énfasis deberá ponerse en aquellas características que representan valores que el cliente aprecia y que se dan por efecto de una demanda que proviene del consumidor final. La asimetría de información entre los diversos agentes que participan en la cadena sitúa a la información como un punto neurálgico. Las acciones a desarrollar deberán basarse en un sistema de señales eficaz y efectivo que disminuya, en la medida de lo posible, las divergencias informativas. El éxito de cualquier iniciativa de este tipo dependerá en gran medida del esfuerzo coordinado de los protagonistas principales (productores e industriales), a distintos niveles. El resto de la sociedad, a través del sector público, estará dispuesta a sumarse al esfuerzo para fortalecer la estrategia con una visión de país, siempre que parte de los beneficios incrementales se trasladen también, en última instancia, a toda la comunidad. In competitive markets, such as those that characterize the livestock products (beef, sheep meat, and wool), there exist opportunities for adding-value strategies based on product differentiation. Because quality is a concept, speaking about good or bad quality involves a value judgment that depends on the perception of the client. This means that concept of differentiation should cover not only the physical aspects of the product, but also the intangible ones. The main emphasis should be on those features that represent values that customers appreciate because they reflect the demand of the final consumer. The information asymmetry faced by the various actors involved in the chain puts this issue as a neuralgic point. The actions to be developed must rely on a system of efficient and effective signals, in order to diminish informative divergences as much as possible. The success of any initiative of this type will depend, in a large extent, on the coordinated effort of the main actors of the industry (producers and manufacturers), at different levels. The rest of the society, through the public sector, will be ready to join the effort of strengthening the strategy with a country vision, if part of the incremental benefits are transferred to the whole community.